Milena Michiko Flašar nos brinda con La brigada de la soledat una obra delicada y profundamente humana que transcurre en el paisaje urbano de Japón, donde la protagonista, Suzu, vive inmersa en una invisibilidad casi total. Tras perder su empleo, encuentra trabajo en una empresa especializada en la limpieza de hogares de personas que han muerto solas, un fenómeno tristemente cada vez más habitual en las metrópolis contemporáneas. Con paciencia, respeto, y un estómago robusto, Suzu se adentra en espacios cargados de silencio y abandono; pero con el paso de los días, el contacto directo con la muerte comienza a erosionar el muro que la aislaba del mundo. En ese tránsito, descubre que la muerte y la vida no son polos opuestos sino dos caras pasajeras de una misma moneda. La novela se define por su tono luminoso y ameno, en el que lo emocional se despliega con una sutileza que ilumina el dolor más allá del luto.
Desde el inicio, la novela despliega un lirismo silencioso: no se regodea en lo trágico, sino que observa con ternura.
La brigada de la soledat es una novela sencilla en apariencia, pero cargada de una intensidad emocional que oculta el peso de sus temas fundamentales: la soledad, la muerte, la dignidad y la conexión humana. Su estilo sutil, libre de grandilocuencias, abre una ventana hacia la sensibilidad contemporánea más silenciosa, aquella que encuentra vida en los restos de lo externo, en los espacios vacíos y en las manos silenciosas que los limpian. La edición de Quaderns Crema, con su fiel traducción y cuidada estética, permite sumergirse en esta pequeña gran historia con la serenidad que exige.